Me ha parecido interesante iniciaros en una nueva dimensión de los beneficios del delicioso Té, más allá de las ya conocidas y poderosas cualidades: su efecto antioxidante, de desintoxicación, protector a ciertas enfermedades (cardiovasculares, diabetes, tumores, …).
Resulta que tiene un impacto extraordinario en … ¡el rendimiento del cerebro!.
Los componentes de la hoja del Té se han comenzado a evaluar desde la neurociencia respecto de su influencia sobre las funciones cognitivas. Se ofrece evidencia científica de que beber Té puede mejorar la concentración y facilitar la calma:
– Aumenta el foco y la atención, y hace que se mantenga por más tiempo: parece que el Té verde y negro disminuye las ondas cerebrales alfa, permitiendo prestar más atención en tareas complejas.
– Aumenta el sosiego mental por un incremento de un neurotransmisor cerebral, GABA (ácido gamma-amino-butírico) que funciona como sedante natural del cerebro. Si sus niveles son bajos se incrementa la excitabilidad del cerebro, que da lugar a inquietud, insomnio y dificultad de atención y concentración.
– Algunos de los antioxidantes que posee pueden frenar la muerte de neuronas y estimular que se reparen a sí mismas.
Así, beber Té desde la perspectiva de la gestión del rendimiento puede ayudar a aquellos que sienten que su cerebro se distrae fácilmente o sienten la mente dispersa.
Probablemente os surja la duda respecto a cómo puede calmar si contiene cafeína. Parece que uno de los aminoácidos del Té establece un efecto de equilibrio con la cafeína, por lo que el cerebro se beneficia por partida doble: por un lado aumenta la alerta debida a la cafeína, mientras se mantiene tranquilo y concentrado por uno de sus aminoácidos.
¿Quien se resiste a disfrutar de este tónico cerebral tan exquisito? Vuestro cerebro lo agradecerá… ¡Saludable Mente!
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