¿Crees que parar para descansar mientras trabajas es una pérdida de tiempo?
Déjame decirte que no es así. Las personas que se toman tiempos de recuperación a lo largo de su jornada laboral favorecen el alto rendimiento ejecutivo, son más productivas y tienen más éxito que las que no lo hacen.
Y te voy a explicar por qué.
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Esto te puede estar pasando a ti
Ana lleva días que desde que llega a la oficina prácticamente no se levanta de la silla, salvo para ir a interminables reuniones que a menudo se solapan unas con otras.
Cada vez le cuesta más mantener el foco y la concentración durante las horas de trabajo y empieza a cuestionarse si será un tema de capacidad.
No se plantea otro motivo, porque a ella todo lo que no sea seguir trabajando le parece una pérdida de tiempo. Por lo que pensar en parar unos minutos, dejar la tarea e incluso desconectar, le parece cuanto menos, fuera de lugar.
Lo único que piensa es que cuanto más tiempo trabaje sin parar, más avanzará y antes podrá despejar la sobrecarga e incluso irse antes a casa. Pero lo cierto es que nada de eso sucede, al revés, todo va a más, incluida su falta de rendimiento.
¿Piensas tú lo mismo? Estás a punto de conocer una técnica que te hará cambiar de opinión.
Hasta los deportistas de élite lo hacen
Aunque vivimos en un contexto en el que tomarte un tiempo para recuperar puede ser percibido como síntoma de debilidad, en otras culturas resulta clave para optimizar la energía.
Y de hecho, quien sabe hacerlo con destreza es considerado un profesional de éxito.
Saber gestionar de manera extraordinaria la energía mental y física lo convierte en un estratega de su alto rendimiento, resultando mucho más fácil ejecutar la enorme responsabilidad y claramente evitando el desgaste. Que en última instancia es lo que cuenta.
La energía es la fuerza que nos mueve a la acción, pero puede debilitarse, decaer o alterarse. Por ello es crucial entender lo importante que es someterla a ciclos de renovación.
Maximizar la energía alternando períodos de alta actividad con períodos intensos de descanso es una práctica más que extendida y antiquísima que procede del mundo del deporte de élite.
Y es que la potencia del jugador no solo se basa en su estado de forma y preparación mental sino en su capacidad de recuperar el gasto y renovar su energía en períodos de alto rendimiento.
Incluso los coches de la F1 recuperan potencia en los segundos que requiere el pit- stop. Sin estos breves descansos para renovar la máquina, no sería posible que el piloto se mantuviera en la competición.
Y si tú quieres mantener tu alto rendimiento ejecutivo durante todo el día, debes hacer lo mismo.
La clave está en “oscilar”
La energía te da la capacidad de rendir al máximo, pero es clave renovarla y recuperarla para que mantenga esa función.
Si no, no podrás mantener este estado por mucho tiempo.
En el caso de los deportistas, cuando realizan un alto gasto de energía se les somete a un tiempo de recuperación de alta intensidad para recuperarse y seguir disponiendo de ella.
Son recuperaciones estratégicas porque son diseñadas en base al tiempo, el tipo de gasto y el perfil profesional.
Y lo que se consigue no es solo recuperar energía, sino que cuando vuelven a la actividad lo hacen con mayor intensidad y capacidad. A eso se le llama “oscilar”.
Que no es más que combinar periodos de alto rendimiento con periodos de alta renovación.
Si esto lo llevamos a tu día a día, ¿cuál sería tu gasto? ¿Cuánto tiempo deberías emplear en renovarlo?
Teniendo en cuenta que el gasto que realizas es mental y no físico porque no estás entrenando el cuerpo para competir, sino trabajando con la mente durante toda la jornada, la duración media de un buen nivel de energía mental suele ser de 1,5 a 2 horas.
A partir de ahí la atención, foco, concentración, creatividad decae y por ello deberías dejar la tarea y hacer una recuperación estratégica.
A continuación te explico cómo.
Cómo recuperar energía para mantener el alto rendimiento ejecutivo
Llegados a este punto, la pregunta es ¿cómo recuperas energía? ¿Qué duración debes dedicar a ello?
La verdad es que hay varias fórmulas dependiendo de lo que más te apetezca hacer en cada momento.
Y respecto a la duración, puedes dedicarle desde 1-5 minutos entre reuniones o tareas de oficina hasta 10-15 minutos, si lo utilizas como momento para levantarte y tomarte un tentempié de media mañana o tarde.
La recuperación más efectiva es oxigenar el cerebro. Si la agenda la tienes muy cargada con que respires 1 minuto profundamente ya habrás renovado la energía mental. Ideal algún minuto más, pero con uno es suficiente si lo haces cada 1,5-2 horas.
El modo de respirar habitual suele ser torácico, es decir, el aire llega solo al tórax. Por eso si haces llegar el oxígeno hasta el final de los pulmones podrás disponer de más cantidad para tu cerebro (mayor consumidor de oxígeno) y el resto de órganos. Solo con esto te renovarás.
Y para ello puedes concentrarte en hacerlo profundamente, o aprender alguna técnica como la respiración alterna (te la recomiendo porque equilibra la energía en ambos hemisferios cerebrales) o la respiración diafragmática (ideal para desactivar el estrés).
No obstante, no es la única opción.
Existen otras, también muy sencillas como:
- Levantarte y moverte para ir al otro extremo de la oficina, o subir o bajar escaleras durante 5 minutos mientras respiras profundo.
- Andar y tomar agua, mejor fría que te despejará más.
- Andar y escuchar tu música preferida, o hablar con alguien que no tenga nada que ver con el trabajo para desconectar.
- Enfocar tu atención en una App que te guste para respirar durante 2-3 minutos.
- Meditar con una App que te guíe.
- Escuchar un Podcast de una temática que te evada la mente del trabajo.
- Escuchar sonidos que relajen las ondas cerebrales durante 2-5 minutos.
- “Oscilar” en el camino a casa, dedicándote a escuchar o pensar en algo agradable que no esté relacionado con el trabajo.
Mi recomendación es que, si trabajas una media de 10 horas al día deberías oscilar al menos cuatro veces, dos por la mañana y dos por la tarde.
Y sé que te vas a encontrar con algunas dificultades. Como por ejemplo sentir que no lo necesitas. Pero debes concienciarte de la importancia que esto tiene para tu alto rendimiento ejecutivo para así poder convertirlo en un hábito.
Porque cuanto más lo lleves a cabo, menos extenuado llegarás al final del día.
Por qué debes adquirir el hábito de “oscilar”
“Oscilar” es una de las claves que te harán sentir bien a lo largo de la jornada.
Yo, por ejemplo, lo hago en cuanto puedo. Si es posible, no espero ni a 1,5-2 horas: “oscilo” cada hora, al menos 1 minuto. Créeme que me marca la diferencia del día.
Para mi es una de las técnicas imprescindibles para la gestión de la energía y estrés.
Es una herramienta muy potente. Permite controlar el agotamiento y desgaste que te propina el complejo mundo laboral actual.
Quienes llevamos años gestionando la energía para el alto rendimiento ejecutivo, sabemos muy bien la importancia de este hábito.
Y te puedo asegurar que una vez que lo automatizas te sienta tan bien que incluso te gusta hacerlo.
Pero para llegar a ese punto, lo más importante es que tu mente entienda el verdadero sentido de esta técnica.
Solo así podrás incorporarlo en tu día a día y renovar constantemente tu gasto.
En cuánto lo hagas, rápidamente obtendrás:
- Más claridad mental.
- Mejor foco.
- Mucho mejor rendimiento.
- Energía durante todo el día.
- Mejor humor porque te cambia la química cerebral y te hace sentir mejor.
- Mayor sensación de control porque percibes lo bien que te sienta y que eres capaz de hacerlo.
Y te estimulará a incorporar otros hábitos para estar mucho mejor y a cargo de tu cuidado.
Amén de terminar cada día energizado.
Espero haberte ayudado a ello.
¿Te apetece “oscilar”?
La verdad es que te animo a que pruebes esta técnica y la disfrutes. Porque realmente te cambia el día.
Ni te imaginas de qué manera afecta a tu rendimiento y lo bien que te hace sentir.
Parar y descansar no es una pérdida de tiempo, es una inversión del mismo, para mejorar tu productividad y tu bienestar.
Practícala durante una semana y cuéntame tu experiencia en la sección de comentarios.
Un abrazo energizado!,
Susana
P.D.1: Para que te resulte mucho más fácil llevarlo a cabo te sugiero: Comparte lo de oscilar con tus compañeros, así cuando cada uno se vaya a recuperar todos sabréis que «va a oscilar»
P.D.2: Cambiar la cultura laboral para naturalizar el propio cuidado y renovación no debería ser un ideal, sino una realidad. Y tu puedes empezar a cambiarla… a tu favor.
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