¿Has sentido estrés alguna vez? ¿Sabes cómo gestionarlo?
Lo que voy a contarte hoy puede hacerte cambiar la respuesta que acabas de dar a estas dos preguntas.
Y es que lo habitual es pensar que el estrés es malo y un síntoma de debilidad, pero también es bueno.
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Tan bueno que puede convertirse en una herramienta muy poderosa para rendir.
Pero para ello tienes que conocerlo bien. Porque si no, te agota, debilita, enferma y hasta mata. Sí, lo que has leído, ¡mata!: el estrés es el origen/causa de muchas enfermedades y muertes.
Por eso quiero que lo conozcas un poco más. Para que te sientas atraído por él.
Por que cuanto más lo conozcas, mejor lo gestionarás, antes te librarás de sus efectos nocivos y al revés, incluso hasta lo disfrutarás.
Y ese es el objetivo. Hoy te voy a explicar qué es el estrés , cuál es su poder y porqué gestionarlo a tu favor.
Qué es Estrés
¿A que pocas veces te lo has planteado? Aunque imagino que sabes de sobra lo que es, ¿no?
Pero si yo te pregunto, ¿dime en una sola palabra qué es estrés para ti?
¿Qué me dices?
Te sorprendería la variedad de respuestas que me han dado cada vez que lanzo esta pregunta en público.
Las más comunes son tensión, ansiedad, bloqueo, agobio, falta de control, desorden, mal humor, depresión, hambre, prisa, sensación permanente de que no llego, mal rollo,
… quizá la tuya sea una de ellas.
¿Por qué crees que se tal variedad de respuestas?
Porque el estrés es una experiencia única. Cada persona vive su experiencia y la siente de una manera diferente. Es una respuesta muy personal, propia de cada uno.
¿Y qué provoca esa experiencia?
Todo depende de cómo cada uno interpreta la realidad.
El estrés se activa cuando percibes la amenaza de que la demanda excede los recursos de los que dispones para responderla.
Aclararte que, esa percepción de la falta de recursos propios no está ligada al talento o habilidades profesionales para llevar a cabo la exigente demanda. Está ligada a la falta de potencia mental y física necesaria para llevar a cabo la acción.
Es decir, si tras una larga jornada llena de reuniones, aún te faltan horas para hacer tu trabajo y son ya las 19 horas, se crea una brecha entre lo que tienes que hacer y la energía disponible a esas horas para llevar a cabo las tareas.
Sobre todo, por que queda poco tiempo para finalizar la jornada y ese trabajo te requiere un enfoque mental, precisión y despeje que muchas veces no tienes garantizado en ese momento.
¿Y qué es lo que pasa cuando sientes o piensas en
- la sobrecarga, demasiado que hacer para el tiempo a disposición?
- plazos exigentes?
- la impredicibilidad?
- la situación a la que te enfrentas es nueva?
- si supone un reto desafiante y puede amenazar tu perfil profesional?
- si te genera sensación de descontrol?
- miedo?
- preocupación extrema?
- etc…
que tu cerebro lo percibe y empieza a sentirse amenazado, porque, ya sea por falta de energía o falta de tiempo, ve que no puede con todo. Y activa tu respuesta de estrés.
¿Y porqué se activa el Estrés?
Se activa para cubrir la brecha de energía entre la demanda de energía y tus recursos a disposición en ese momento.
Como solución, tu cuerpo y tu cerebro ordenan la secreción de una serie de hormonas que te dan la potencia mental y física que necesitas para continuar.
Te facilitan súbitamente pensar mejor y más rápido, amplían tu nitidez mental y enfoque, tu precisión en el razonamiento y habla, te dan más potencia física, eliminan el dolor del momento y todo ello para poder estar enfocado durante las próximas horas y poder terminar tu trabajo.
No me digas que a priori esto es positivo, ¿no? ¿Qué tiene de dañino?
Nada, si es una situación puntual. Mucho, si es la manera de trabajar cada día.
Estrés agudo vs Estrés crónico
El estrés del que te he hablado antes es el que se conoce como estrés agudo. Y como ves lo que hace es potenciar tu rendimiento en situaciones en las que lo necesitas.
Pero solo es bueno si es de forma puntual.
Porque, si esta respuesta de estrés a la falta de energía mental y física se vuelve frecuente, el estrés se cronifica.
¿Y esto que quiere decir?
Que empezarías a vivir en un baño de hormonas que lejos de potenciar tus capacidades las disminuiría, por que tras tiempo de activación ejercen el efecto contrario: te debilitaría e incluso podría provocarte una enfermedad pues las hormonas activadas de manera frecuente acaban afectando al organismo desmejorando alguna parte.
En el ejemplo de enfocarte en tareas exigentes al final de la jornada, si lo haces a diario, llegaría un momento en el que no te sería posible estar tan energizado mental y físicamente. Tu capacidad energética sería cada vez menor y tu brecha entre la demanda y los recursos propios cada vez mayor. Y cuánto más grande percibieras la brecha más activarías tu respuesta de estrés. Y entrarías en el circulo vicioso del estrés: a menor energía mayor activación, y a mayor activación continuada menor energía.
Y que suele pasar
- o dejas esas tareas para el día siguiente con la consiguiente sensación de sobrecarga nada más empezar el día y vuelta a activar el estrés
- o buscas compensadores de energía como comer algo de la maquina del vending (no precisamente saludable) o beber estimulantes para sacar los temas adelante o lo que es peor, te vas a casa retomando el tema después de cenar pensando que estarás a pleno rendimiento y con el consiguiente esfuerzo al final de la jornada que precisamente no te dejará dormir bien del todo y levantarte al día siguiente de lo más renovado.
Como ves, ninguna de las opciones te deja precisamente energizado y mucho menos sin estrés.
Es por esto que tienes que saber distinguir muy bien entre tu estrés agudo, el que se activa en un momento puntual y te ayuda, y tu estrés crónico, que es más sostenido en el tiempo, que te debilita y puede llevarte a enfermar.
A todos nos pasa, es un mecanismo de supervivencia universal. Ante la presión del medio se activa esta maravillosa respuesta del cuerpo que te permite responder eficazmente.
La clave para que no te dañe está en volverte en un maestro de su desactivación en cuanto se pase de tiempo.
Solo así podrás controlarlo e impedir su nocivo efecto.
Lo bueno del Estrés
Pero también tiene su lado útil, ventajoso, el que a mí, me fascina. Te da una potencia extraordinaria en situaciones de alta exigencia.
¿Pero de dónde sale? Imagino que esto ya lo habrás oido, lo de la respuesta de lucha-huída….
Hace miles de años el estrés era una respuesta adaptativa del ser humano que facilitaba su supervivencia.
¿Adaptativa? Sí, por que nos permitía adaptarnos al medio hostil y sobrevivir.
¿Cómo? En cuanto el cerebro percibía cualquier amenaza (ataques de agentes externos para aniquilarnos) inmediatamente activaba la respuesta de estrés para dotar al cuerpo de una potencia extraordinaria para atacar o huir (si claramente estábamos en desventaja) y de una agudeza mental fuera de lo normal para poder calcular cómo y hacia dónde ir para sobrevivir.
Y una vez que pasaba el peligro, la respuesta al estrés se desactivaba al instante. Y el cuerpo recuperaba su normalidad sin exceso alguno de hormonas.
Ellos disfrutaban de un estrés agudo porque les ayudaba a disponer de energía extra en cuanto percibían una amenaza física. Su cuerpo y mente se energizaban para huir o luchar, dependiendo del agente estresor (fieras, hombres armados…).
Pero, ¿ qué tiene que ver esto con nosotros hoy? Pues que nos activamos igual salvo con dos diferencias:
1- la amenaza no es física, es mental
2- la respuesta de estrés no es tan intensa pero es de mayor frecuencia o duración.
No nos encontramos con cazadores ni fieras por los pasillos de la oficina o por las calles que quieran comernos. La amenaza en nuestro contexto actual es psicológica. Está en la mente. En función de cómo percibimos la realidad más o menos amenazante, activamos la respuesta de estrés para satisfacer esa demanda.
Y se convierte en estrés crónico por aunque no es tan inmensa como para librarnos de las fieras, sí se activa a menudo o lo que es peor, se mantiene en el tiempo.
Todo esto con el consiguiente riesgo para el cuerpo, porque lo debilita y afecta a la salud.
¿Y qué efecto tiene el Estrés en nosotros?
Cuando se trata de un estrés temporal, ya has visto que potencia tu energía y con esa dosis «extra» te ayuda a terminar tus tareas sin apenas desgaste.
Y si además eres consciente de lo que te ocurre y pones remedio con hábitos energizantes, potenciarás aún más tu fuerza tonificadora.
Pero si tu estrés se mantiene en el tiempo, esa fuerza se desvanece y acaba afectándote al cuerpo y al cerebro de tal forma que te hace sentir mal.
Este estado no lo causa el estrés en sí mismo, sino tu reacción a él, que de nuevo vuelve a ser única. A cada uno nos afecta de una manera.
Unos pueden sentirse sobrepasados, abrumados, irritables, con mal humor, con ansiedad o depresión, sin paciencia.
A otros les afecta a la salud, y comienzan a comer en exceso, no hacer ejercicio, dormir mal, tomar alcohol o consumir drogas…
Y a otros incluso les puede causar alguna enfermedad inflamatoria, trastornos musculo-esqueléticos, gástricos, intestinales, dermatológicos (piel, caída cabello) o autoinmunes.
Por ello, para poder desactivar tu estrés y que esto no ocurra, el primer paso es entender cuál es el tuyo y cómo te afecta a ti.
Espero pues, haberte ayudado con toda esta información a reflexionar sobre ello.
La magia del Estrés: lo puedes desactivar cuando decidas
Personalmente, siempre me ha seducido el estrés.
Antes, porque era adicta a él y tras sufrir algunas de sus consecuencias lo aprendí, lo entendí y lo gestioné.
Y ahora, porque disfruto de su magia desactivándolo cada vez que está de más.
Esto es lo que no se conoce del estrés. Que puedes usarlo a tu antojo y desactivarlo a voluntad.
Lo que se conoce no suele ser muy positivo. Además se considera estigmático por que cuando alguien reconoce tener estrés del verdad (pocos) se interpreta como un signo de debilidad. Y encima se es tabú, pues apenas gusta hablar de él.
Te animo a que salgas de esa realidad.
Detectar que la demanda te exige demasiados recursos energéticos y por eso se activa tu estrés es importantísimo. Y muy bueno, por que te hace tomar conciencia de ello y te incitará a incorporar algunas rutinas para energizarte y evitar el desgaste.
¿Estás ya en ese momento vital? ¿Haces algo al respecto ya?
Me encantará saber si practicas alguna rutina para desactivarlo. Te invito a que las dejes en la sección de comentarios.
Mientras, te envío un abrazo energizado!
Susana
P.D.1: Mirar hacia dentro para saber gestionar el estrés te impulsa a un cambio positivo de gran beneficio. ¿Estás ya en ese momento vital?
P.D.2: Pienso que saber de estrés además, es una ventaja competitiva. Aprender la gestión del estrés es muy necesario para seguir los ritmos de trabajo actuales.
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