…sino para trabajar mejor y evitar el desgaste mental y físico, y disfrutar más de la vida.
Recientemente en una presentación de ZAR a directivos/as, uno de ellos (que llamaremos Ricardo) me preguntó: «Esto del Alto Rendimiento suena a trabajar todavía más… no creo que esté interesado en mejorar mi rendimiento ejecutivo »
Como estábamos empezando la presentación, le pedí que me permitiera contestarle con la presentación misma, y si no estaba satisfecho a su término, podíamos retomar su pregunta.
Mi intención, no era evitar contradecirle, sino aclarar durante mi exposición una cierta percepción errónea, que a veces tienen algunas personas, sobre el Alto Rendimiento Ejecutivo: piensan que trabajarán todavía más duramente, una vez entrenados para mejorar su rendimiento.
Nada más lejos de la realidad. ¿A quien le gusta sentirse bajo de energía, desganado, descentrado, desmotivado, o crónicamente cansado? ¿o según el día estar más o menos lúcido…?
A todos nos apetece sentirnos bien, satisfechos, contentos, alegres y con la energía necesaria para enfrentarnos con éxito a la tarea del momento.
Vivir en la Zona de Alto Rendimiento potencia el rendimiento físico y cognitivo sobre todo para evitar el desgaste y dejar holgura energética para disfrutar de un final de jornada con lo verdaderamente importante.
Se adopta de manera gradual un nuevo estilo de vida más tónico y eficaz, y eso naturalmente nos permite ser más productivos y eficaces. Precisamente por esto, se consigue disfrutar con mucha más energía de nuestro tiempo libre y de las personas queridas en nuestro entorno.
Esto es el Alto Rendimiento Ejecutivo: NO lo dejamos en la oficina, nos acompaña las veinticuatro horas del día y siete días a la semana.
Ricardo, se comprometió a trabajar durante cuatro semanas para potenciar su alto rendimiento y conseguir resultados.
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