Hoy te vengo a hablar de diálogos interiores. De autodiálogo. Que me dirás qué tiene que ver con el éxito en la empresa y con la gestión de tu estrés laboral. Pero espera, que enseguida te digo todo lo que influye.
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¿Qué es el autodiálogo?
El autodiálogo es el diálogo interno que mantenemos con nuestra propia mente. Un lenguaje que nos guía a la hora de actuar y que marca la manera que tenemos de enfrentarnos a los problemas que surgen en nuestro día a día. El autodiálogo tiene un impacto intenso en nuestras emociones y en nuestra seguridad, por lo tanto.
¿Qué ocurre cuando eso que nos decimos a nosotros mismos está basado en creencias erróneas?
Me explico:
Hay tres tipos de afirmaciones.
- Las mentales: pensamos repetidamente en algo hasta que ese algo influye en nuestra forma de actuar. Normalmente es algo involuntario. Por ejemplo, si tu autoestima no es demasiado boyante, cuando te ves en el espejo piensas «qué gordo estoy». Las afirmaciones mentales pueden también ser voluntarias, puedes insistir en un tema concreto para que tu cerebro le haga sitio. Por ejemplo: «lo conseguiré».
- Las visuales: las afirmaciones visuales son aquellas que representan lo que queremos ser o hacer. Pueden ir desde ponerte post-its con mensajes positivos hasta hacer un moodboard de imágenes de a donde quieres llegar en un futuro. Esta es una técnica que usan los atletas profesionales. Se ven ganadores de Roland Garros, por ejemplo.
- Las verbales: son mantras que nos repetimos. Afirmaciones tanto positivas como negativas que asumiremos como creencias, lo cual puede ser beneficioso o limitante. Por ejemplo: «no conseguirás ser nunca tal cosa». Te lo repiten tanto que te lo crees.
Muchas veces, por lo tanto, lo que nos decimos está basado en creencias erróneas que arrastramos de nuestro pasado y que dan lugar a pensamientos negativos. Otras, este audiálogo está imbricado de forma directa con las percepción de eficacia que tenemos de nosotros mismos. Y con nuestra motivación.
De forma que las personas que tienen un autodiálogo positivo, consiguen más fácilmente sus objetivos, obtienen mejores resultados y más reconocimiento, establecen relaciones más duraderas y disfrutan de mejor salud tanto física como psicológica al mantener a raya el dichoso estrés.
Las afirmaciones rigen nuestra vida mucho más de lo que creemos. Cuando tu mente está llena de inseguridad, tu cuerpo pasa a estar constantemente en estado de alerta, generas hormonas de estrés y tu metabolismo se prepara para huir. Estarás agotado todos los días. Un horror para la salud si es una cosa crónica.
Sin embargo, si los pensamientos con los que nos enfrentamos a la jornada son positivos, la motivación aumenta.La forma de usar este método es bastante simple. ¿Conoces el five minutes journal ? Usando este formato, debemos pensar tres cosas que agradecemos, tres cosas que harán tu día maravilloso y una afirmación positiva sobre ti.
Afirmaciones positivas como por ejemplo:
- Yo puedo hacerlo
- Me lo merezco
- Me lo permito
- Hoy va a ser un gran día lleno de cosas que me harán progresar
- Soy una persona estupenda
- Soy especial
- Voy a afrontar el día desde la tranquilidad
- Voy a sentirme repleto de energía
- Hoy voy a cuidar de mí misma
- Voy a enfocarme en soluciones
A lo largo del día, cuando los pensamientos negativos te ataquen (que lo harán), puedes identificarlos y cuestionarte su valor. ¿Tengo alguna evidencia para pensar de esta manera o me estoy fijando solo en la parte negativa de la vida? ¿Puedo corregirlo si existe evidencia? ¿Puedo buscar una solución?
Al finalizar el día, antes de acostarte, repasa mentalmente tres cosas positivas que te hayan ocurrido a lo largo del día. Y una que hayas podido hacer mejor. Eso también te permite enfocar tus esfuerzos en buscar soluciones y mejorar.
¿Por qué hacer autodiálogo?
La razón es que las ideas negativas se sienten realistas. Reducen nuestras expectativas, así que nos protegemos ante el fracaso. El mundo es una mierda y yo no puedo cambiarlo, así que ¿para qué esforzarse?
Pero la positividad hace —científicamente hablando— que las endorfinas (las hormonas de la felicidad) sean las primeras que recorran tus arterias por las mañanas y eso recarga las baterías y baja el estrés.
Y una cosa tan sencilla como esta, puede conseguir que consigas la motivación suficiente para surfear cada día. En vez de pensar: «solo he hecho tantas cosas», agradecer que has hecho tantas cosas más. El enfoque es completamente distinto. Y créeme, tu cerebro lo sabe.

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